Capítulo 16.- Entre la vida y la muerte

Narra Malú
Mi hermanó llamó a la policia para denunciar la la desaparición de Elma. Mientras él hablaba por teléfono, yo estaba en el banco sentada con el zoo a mi lado. Brydi no paraba de llorar, y bueno, las demás lo mismo, se les notaba que estaban muy tristes. No tenía ganas de nada, no paraba de pensar en Elma, en donde podria estar, en quien la habrá raptado. Mi móvil comenzó a sonar sacandome de mis pensamientos.
-¿D...diga?.- contesté con la poca voz que tenía.
-Hola Malú, soy Antonio, necesito que le digas a Elma, que dentro de tres días tiene su primera firma de discos.- no le contesté, no pude, me derrumbé aún más.-¿M...Malú? ¿Estas bien?.- me preguntó asustado.
-Elma...ha desaparecido...- y otra vez, mi corazón ya estaba roto del todo, al igual que mi alma y todo mi ser. Antonio se quedó callado durante unos minutos.
-¿Qué...? ¿Cómo que ha desaparecido?.- estaba llorando él también.- joder..., ¿Donde estás?.
-En el parque de la esquina.- y colgó.
Me metí en twitter y no dude en decir la desaparición de Elma, necesitaban saberlo, además cuanta más gente se entere mejor, porque ayudarían en todo.
-Ahora viene la policia para rastrear la zona, ya la estan buscando....- dijo mi hermano sentandose a mi lado.
Estuvimos en silencio todo el rato, la señora mayor también estaba con nosotros.
Llegó Antonio lo más rápido que pudo, al llegar, nos abrazó. Iba a preguntar algo, pero en ese momento llegó la polícia.
Nos estuvo preguntando todo tipo de cosas. Después la señora le contó todo lo que pasó.
-Vale, ahora mismo hay tres coches patrulla rastreando la zona. ¿Quien es la madre de la niña?.- nos preguntó a los cuatro.
-Su madre falleció hace tres semanas, y yo la he adoptado.- le contesté secandome las mil y una lágrimas que caian por mis mejillas.
-Resumiendo, que ahora ústed es su madre adoptiva.- Asentí con la cabeza.
-Vale, ahora vayanse a casa y no se preocupen, no parararemos de buscarla.- Le preguntó algo a la señora y se fué.
José me llevó a mi casa y se quedó conmigo. Después llamó a mis padres, para que lo supieran, no debiamos ocultar la desaparición de Elma.

Narra Elma
Me desperté, no tenía fuerzas ni de abrir los ojos casi, me dolía todo el cuerpo, me encontraba en una habitación. Era de un color oscuro, apagado. ¿Dónde estaba? De pronto recordé a Malú y al zoo, ¿Que me habia pasado?.
-Por fin te despiertas.- dijo alguien abriendo la puerta. Era Carlos, mi "fan".
-¿Donde estoy? ¿Qué haces tu aquí? ¿Donde estan mis perras?.- le pregunté asustada.
-Relajate tigre.- dijo acercandose a mi.- estas en mi casa, tus bichos peludos no tengo ni idea de donde están, aquí serás muy feliz.- dijo acariciandome el pelo.
-¿Qué me ha pasado?.- le pregunté llorando.
-Pues verás, tu ya sabes quien es Javier, ¿verdad?.- asentí de mala gana.- pues yo soy su hermano.- me quedé a cuadros. ¿Cómo que su hermano? Ahora lo entiendo todo. Estaba en su casa, Carlos es su hermano, por lo que Javier también esta aqui. Joder, me habían secuestrado.- lo esta pasando muy mal por ti, pasas de él, y no voy a consentir eso. Así que, ahora eres nuestra, y no te vas a ir con la zorra de tu nueva madre. ¿Te queda claro?.- me preguntó con una mirada que daba miedo.
-Sois unos hijos de puta. No os vais a salir con la vuestra.- dije levantandome rapidamente de la cama para salir corriendo, pero me cai nada mas levantarme. Pegué un grito de dolor, tenía el tobillo roto. Carlos se empezó a reir.
-Cariño, tienes el tobillo roto, y deberías mirarte a un espejo...- dijo riendo aún más. Me agarró del brazo y me empezó a arrastrar hasta llevarme al cuarto de baño. Yo gritaba de dolor, como he dicho antes me dolía todo el cuerpo. Me levantó del suelo de muy mala manera y me sujetó la cabeza. Me miré y no parecía yo, tenía una brecha en encima de la ceja derecha, la cual, estaba sangrando, también tenía bastantes rasguños por toda mi cara. Los brazos los tenía sangrando, y las piernas lo mismo. ¿Qué me había echo?.
-¿Que me has echo?.- dije llorando.
-Te he atropellado y bueno digamos que...también unos amigos mios han estado contigo unas horitas.- dijo riendo.- Parece que necesitas un hospital urgentemente, pero que pena que aquí no hay hospital.
-Hijo de puta.- le dije llorando sin parar. Al decir eso, me pegó un puñetazo en la cara, haciendo que cayese al suelo. Me golpeé en la cabeza con la esquina de la bañera y me desmayé.

Narra Malú
-Tienes que cenar algo Malú.- me dijo mi hermano preocupado. Había pasado una semana desde la desaparición de Elma, y aún seguían buscando.
-No tengo hambre.- le dije agachando la cabeza y llorando. Él me abrazó.- José tengo miedo de que no aparezca nunca mas. La necesito aquí conmigo, en el sofá, abrazándonos y riendo.- le dije llorando en su hombro.
-Ya verás como aparecerá. No te rindas. Yo también la echo de menos, pero hay que permanecer fuertes y unidos.- me besó el pelo.- intenta comer un poco, por favor.- le hice caso y empecé a comerme el puré que había echo. Terminé de cenar y salí a dar una vuelta, necesitaba tomar el aire.
Afuera había muchos periodistas, los cuales me preguntaban por Elma.
-¿Se sabe algo de la pequeña?
-Todavía no se sabe nada, no la han encontrado.- dije llorando sin parar.- por favor, dejenme salir.- al parecer hicieron caso. Se apartaron, cosa que agradecía.
Fuí caminando hasta el parque, me tumbé en el césped y contemplé las estrellas, mis lagrimas no tenían fin.
Miré la hora de mi móvil y eran las diez y media. Decidí volver a casa. No tenía ganas de nada.

Narra Elma
Me desperté peor que antes, no se cuanto tiempo llevaba alli, en aquella casa. Cada día, estaba peor. No tenía las fuerzas suficientes para poder escapar. No me daban de comer como era debido. Solo me ponían un plato de sopa y nada mas. Ese día me levanté y fui a abrir la puerta de la habitación, pero esta se abrió tan bruscamente que hizo que me golpeara en toda la cara y cayese al suelo.
-Elma. Que alegría que estés aqui por fin. Aquí serás muchisimo mas feliz, y no en casa de tu nueva amiguita.- se refería a Malú.
-Javier, dejarme irme por favor.- dije con lágrimas en los ojos.- dejame estar con Malú, por favor.
-Ya te he dicho que no.- me agarró la muñeca y me estuvo empujando hasta la cama.
-Eres un cabrón.- le grité sacando todas mis fuerzas, las cuales ya casi no me quedaban.
Iba a hablar, pero en ese momento entró Carlos nervioso.
-Tenemos que deshacernos de esta zorra yaaa.-
-¿Por?.
-Papa me ha llamado, ha dicho que en media hora estará aqui en casa.
-Joder, venga, nos la tenemos que llevar
-No, la tenemos que abandonar en un siotio lejano. Para que no la encuentren.- dijo Carlos mirandome fijamente a los ojos. En una mano llevaba una vacuna, y se acercó a mi. Me la clavo, y me metio todo el liquido que llevaba.
(...)
No se lo que me pasaba, tenía mucho frío, y la cama era muy incomoda. Un pinchazo me hizo abrir los ojos de golpe y chillar. Me encontraba en la calle, abandonada. No se como podía seguir viva, no se cuanto tiempo ha pasado desde que no veo a Malú, pero seguramente mucho. Me levante y me apoyé en la pared para no caerme, estaba muy mareada, y no tenía fuerzas ni de andar. Empecé a chillar para ver si alguien me podía ayudar.
-¡¡AYUDA!!.- no podía casi ni hablar. Me dí cuenta de que por suerte tenia el móvil en el bolsillo. La útima vez me acuerdo de que lo apagué, lo encendí y tenía poca batería, "mierda". Al minuto se apagó, no podía pedir ayuda. Me desmayé.

Narra Malú
Me desperté sobresaltada, tuve una pesadilla, soñé que perdía a Elma para siempre. Miré la hora en mi móvil y eran las nueve de la mañana. Tenía muchisimas llamadas de José y de mis padres. ¿Que podría haber pasado? No dudé en llamar a José.
-Malú, ven al hospital ya. Han encontrado a Elma. VEN YA!!.- Me levanté con muhisima prisa. A los diez minutos, me encontraba en el coche, yendo hacia el hospital.Por mi cabeza se pasaban un montón de preguntas.
Llegué a la recepcionista y me dió el numero de habitación donde se encontraba Elma. fuí hasta la planta tercera.
-JOSÉ! ¿Donde esta Elma? ¿Como la has encontrado?.- me tapó la boca con su mano, y giró la cabeza hacia la puerta, la cual estaba medio abierta.
-Será mejor que entres.- contestó agachando la cabeza.
Le hicé caso y entré, al verla alli, en aquella camilla, llena de rasguños, y heridas, me derrumbé. Me acerqué a ella y le dí un beso en la mejilla.
-Elma...cariño...- no pude decir nada mas, ya que una máquina que controlaba sus pulsaciones hizo un solo sonido "piiiii" Entraron varias enfermeras corriendo y me echaron.